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Dolor al moverte? “El síntoma que nadie te contó “

¿Por qué me duelen las articulaciones si nunca me pasó antes?
De pronto, te despiertas y cada movimiento parece venir con una queja del cuerpo. ¿Te suena familiar? El 77% de las mujeres en menopausia reportan dolor en las articulaciones, y muchas lo consideran más molesto que los sofocos. ¿La razón? El estrógeno también cuidaba de tus huesos y cartílagos.
Durante la perimenopausia, tus niveles hormonales fluctúan y eso impacta directamente el cartílago —ese tejido que amortigua, protege y permite que nos movamos con gracia. Sin estrógeno suficiente, el cartílago pierde agua (¡hasta un 80% de su composición es agua!), se inflama y duele. Estudios de Laboratorios Bagó y el instituto de la menopausia en USA y la Unión Europea muestran que entre el 51% y el 59% de las mujeres a partir de la perimenopausia presentan rigidez, dolor lumbar o articular.( síntoma que con los años se podría ir agudizando)
¿Te has preguntado cuánto pesan 4.5 kilos extra sobre tus rodillas? Entre 6 y 22 kilos de presión adicional. ¡Imagina cargar eso todos los días! La inactividad, el estrés crónico (hola, cortisol) y la baja hidratación empeoran el panorama.
No nos quedaremos con los brazos cruzados , por ello te invito a tomar acción con nuestros MenopowerTip:

✅ Prioriza alimentos antiinflamatorios como nueces, cúrcuma, chía, brócoli y salmón.

✅ Haz ejercicio Realizar actividad física regularmente, como caminar, nadar, o practicar yoga, puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de las articulaciones.

✅ Hidrátate a conciencia y escucha tu cuerpo.

✅ Considera suplementos si tu dieta no cubre vitamina D, calcio y magnesio.

¿Y tú? ¿Has notado cambios en tu cuerpo que antes ignorabas?

Este es el momento para hacerle caso. No estás envejeciendo mal, estás entrando en otra etapa.

Y puedes hacerlo con fuerza, consciencia… y sin tanto dolor.

¿Lo hablamos?

“Mi ciclo se volvió loco”: cuando el cuerpo habla y nadie nos enseñó a escucharlo

Por Isabel Mosqueira | Health Coach & Directora de Menopower

—“Isabel, ¿es normal tener la regla cada 15 días?”

—“¿Puede ser que me esté volviendo loca o mi cuerpo está haciendo huelga hormonal?”

—“¿Hasta cuándo voy a seguir sangrando así?”

—“¿Y si esto es cáncer y nadie me lo ha dicho?”

Estas son algunas de las preguntas que, con miedo, angustia y mucha vergüenza, muchas mujeres mayores de 35 años me han hecho en nuestros talleres de Menopower. Lo que se repite una y otra vez es un grito silencioso: nadie me explicó lo que iba a pasar después de los 40. Y mucho menos, lo que realmente significa vivir la transición hacia la menopausia.

El caos menstrual tiene nombre (y sentido)En Menopower hemos escuchado cientos de relatos. Ciclos que duran 15 días, menstruaciones ausentes durante tres meses que luego reaparecen con furia, coágulos, manchas inesperadas, dolores que despiertan recuerdos del primer parto. ¿La razón? Una orquesta hormonal desafinada que no encuentra director. Esto tiene un nombre científico: ataxia menstrual. Suele comenzar entre los 35 y 45 años, cuando los ovarios ya no producen hormonas de forma regular. No ovulamos en todos los ciclos, y eso produce sangrados caóticos. Según estudios recientes de la Sociedad Española de Ginecología, el 80% de las mujeres entre 40 y 50 años experimentan trastornos del ciclo sin que se les haya explicado por qué. Pero… ¿por qué se desordena tanto?

Porque nuestros ovarios están envejeciendo (sí, esa palabra existe) y con ellos, nuestras hormonas. El estrógeno y la progesterona bajan, pero no de forma lineal. Hay ciclos con picos altísimos de estrógeno y otros con bajones extremos. Como una montaña rusa que no avisa cuándo viene la próxima curva.

A esto se suma la influencia de:

El estrés (el cortisol puede suprimir la ovulación),

La alimentación inflamatoria,

El sobrepeso o bajo peso,

El uso de anticonceptivos,

El síndrome de ovario poliquístico,

Y sí, también: la premenopausia.

Lo que las estadísticas no dicen

Se estima que el 99% de las mujeres vive irregularidades menstruales antes de la menopausia, pero menos del 30% recibe orientación adecuada para entenderlas.

En Chile, solo un 18% de las mujeres mayores de 40 años consulta anualmente con un ginecólogo, según datos del Ministerio de Salud. Y un estudio realizado en Argentina revela que el 62% de las mujeres que consultan por alteraciones del ciclo sospechan, antes que nada, estar embarazadas, y no consideran que puede ser parte de una transición hormonal natural.

Preguntas comunes en Menopower

En los talleres, las mujeres se abren con confianza y vulnerabilidad. Estas son las preguntas más frecuentes que han surgido:

“¿Es normal sangrar dos veces al mes?”

“¿Mi ciclo puede desaparecer y luego volver con más fuerza?”

“¿Me puedo quedar embarazada si ya no tengo regla?”

“¿La regla marrón que me baja es señal de algo grave?”

“¿Esto es el principio del fin?”

“¿Tengo que seguir usando anticonceptivos si ya tengo 48?”

“¿Es verdad que el DIU me puede hacer sangrar así?”

“¿Y si no tengo útero? ¿También entraré en menopausia?”

La respuesta es: ¡educación, conciencia y comunidad!

No se trata de esperar el fin de los ciclos con resignación. Se trata de entenderlos. Y eso es lo que hacemos en Menopower: educar para empoderar.

Hablamos de temas que otros evitan. Compartimos historias reales. Nos apoyamos. Y sobre todo, nos informamos con evidencia científica. Aquí algunos datos clave:

La hipermenorrea (reglas muy abundantes) puede ser un síntoma de miomas o alteraciones hormonales.

La dismenorrea intensa que aparece de repente podría indicar endometriosis.

La amenorrea prolongada (sin regla por más de 3 meses) debe ser evaluada siempre.

El sangrado intermenstrual o posmenopáusico no es normal y requiere consulta médica inmediata.

¿Cuándo consultar?

Sabemos que no todas tenemos acceso rápido a un especialista. Pero hay señales de alerta que no debes ignorar:

Sangrados abundantes que duran más de 7 días,

Ciclos menores a 21 días o mayores a 35 de forma recurrente,

Dolor incapacitante,

Coágulos grandes de forma continua,

Dolor durante o después del sexo,

Sangrado tras la menopausia.

Menopower Tips

En nuestros talleres compartimos estrategias sencillas y poderosas para acompañar este proceso. Aquí algunas de las favoritas:

🔹 Bye bye azúcar refinado :Reduce el consumo de harinas blancas y azúcares simples. Estos desestabilizan tu insulina y, con ella, tu ovulación.

🔹 Yoga y respiración consciente:Asanas como el puente, la mariposa o el bebé feliz estimulan el útero y liberan tensión pélvica. Además, calman el sistema nervioso.🔹 Infusiones hormonales: Té de salvia, ruda, caléndula o sauzgatillo, usados con criterio y apoyo profesional, ayudan a equilibrar el sistema endócrino.🔹 Omega 3: Una cucharada de linaza molida al día o consumir pescados como salmón o sardinas puede disminuir la inflamación pélvica y aliviar el dolor menstrual.🔹 Actividades vitamina: Dibuja, camina, canta, ríe con amigas. El placer también regula hormonas. Sí, así de maravilloso es nuestro cuerpo. ¿Y la parte emocional? El desorden hormonal también desordena las emociones. “Me siento irritable y luego me pongo a llorar sin razón”, me dijo Carolina en uno de nuestros talleres. Y luego otras mujeres compartieron lo mismo. La caída de progesterona está vinculada con la irritabilidad y la ansiedad. El estrógeno, además de regular el ciclo, también modula neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Por eso la perimenopausia puede ser emocionalmente confusa, con momentos de euforia y tristeza inexplicable.Y en esta etapa, es urgente hablar de salud mental femenina con profundidad y sin estigmas. Como comunidad, nos necesitamos más lúcidas y unidas que nunca. Menopower es educación, cuerpo y alma El conocimiento nos libera. En Menopower lo hemos vivido. Mujeres que llegaron desesperadas por no entender sus ciclos, hoy lideran círculos de conversación y talleres con otras. Mujeres que no se atrevían a hablar de su sangrado hoy diseñan agendas y llevan diarios menstruales.Esto no es solo un trastorno. Es un llamado a conocernos más profundamente.Es un momento de reinvención, no de decadencia. Y eso solo se logra con:

🌿 Educación: saber cómo funciona tu cuerpo.

🌿 Conciencia: detectar tus emociones y tus patrones.

🌿 Comunidad: hablar sin vergüenza ni miedo.🌿 Apoyo: dejar de sufrir en silencio Conclusión: no estás sola. Estamos juntas.

Si sientes que tu ciclo “se volvió loco”, no estás perdida ni defectuosa. Estás iniciando un nuevo ciclo. Uno que te invita a observarte con amor y a cuestionar lo que nunca te contaron.La perimenopausia y la menopausia no son castigos, son transiciones biológicas. Y con educación, conciencia y sororidad, pueden transformarse en los años más sabios y poderosos de tu vida.Y tú, ¿qué le dirías hoy a tu cuerpo si lo escucharas ?

¿Estamos escuchando lo que nuestro cuerpo nos dice en menopausia?

Cada día, dos mujeres mueren en Chile por cáncer de ovario. Dos vidas. Dos historias que se terminan muchas veces sin haber tenido una oportunidad real de defenderse. ¿Por qué seguimos sin hablar lo suficiente de este tema? ¿Por qué postergamos la visita al ginecólogo y seguimos ignorar esas señales silenciosas que nuestro cuerpo intenta darnos?

Sabías que este tipo de cáncer aparece con mayor frecuencia entre los 50 y 70 años, justo en el período de menopausia, cuando las hormonas como el estrógeno y la progesterona disminuyen?¿Sabías que esto puede aumentar el riesgo de mutaciones genéticas que causan el cáncer de ovario? En Chile, cada año se diagnostican 837 nuevos casos y mueren 549 mujeres. El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia, pero la mayoría de los casos se detectan en etapas avanzadas.

¿Conoces los factores de riesgo? La

edad ( se detecta entre los 50-70 años en plena menopausia) , no haber tenido hijos, obesidad y antecedentes familiares de cáncer de ovario, mama o colorrectal. ¿Y los síntomas? Dolor abdominal o pélvico persistente, sensación de saciedad rápida, hinchazón, cambios digestivos, cansancio extremo o dolor en las relaciones sexuales. Síntomas comunes que muchas veces ignoramos o atribuimos a “cosas de la edad”.

Por eso, en Menopower te recordamos: visita a tu ginecólogo al menos una vez al año. Él o ella podrá indicarte exámenes clave como el examen pélvico, la ecografía transvaginal (útil para detectar tumores en los ovarios) o una tomografía computarizada, que puede revelar tumores más grandes o metástasis en órganos vecinos ( por mencionar algunos)

La salud preventiva es y será siempre tu mejor aliada.

Entonces, ¿qué estamos esperando? ¿Vamos a seguir normalizando sentirnos mal?

¿Hace cuánto no te haces un chequeo? ¿Estás eligiéndote a ti misma? El momento es ahora. Habla, pregunta, comparte esta información con otras mujeres.

Porque cuidarnos también es un acto de amor propio. Y tú, ¿vas a esperar o vas a actuar?

La hinchazón en la menopausia:

Hinchada, pero no callada

Lo que tu cuerpo quiere decirte después de los 40

¿Te has sentido como un globo sin haber tocado pan ni haberte pasado con la cena? No estás sola. Hasta un 60% de las mujeres en transición a la menopausia experimentan hinchazón. Y no, no es solo “edad” o “estrés”. Tiene nombre, razón y solución.

Cuando los niveles de estrógeno comienzan a bajar, el cuerpo cambia su forma de manejar los líquidos y la digestión. Esta hormona influye directamente en la aldosterona —sí, esa que ayuda a eliminar sodio y agua— y también en el sistema linfático, que empieza a drenar menos. El resultado: líquido acumulado donde no debería estar.

Además, con menos estrógeno, el estómago produce menos ácido y bilis, lo que hace más difícil digerir grasas y descomponer ciertos alimentos. ¿El combo final? Hinchazón, incomodidad y esa sensación de no querer ponerse ni el jeans ni tu ropa más regalona

¿Entonces qué hacemos? Primero: bajarle al aire —sí, incluso al que tragamos hablando mientras comemos. Segundo: dale amor a tu intestino con alimentos ricos en probióticos como el kéfir o el kimchi. Tercero: incluye potasio en tu dieta —el agua de coco, los plátanos y el apio son tus nuevos aliados. Y ojo con los FODMAPs, esos carbohidratos rebeldes que fermentan en el colon y provocan gas.

Tés antiinflamatorios, paseos después de comer, evitar bebidas carbonatadas, decir adiós al cigarro y hasta observar tu estrés (hola, cortisol) pueden marcar una gran diferencia.

¿Sientes que esto lo debería saber tu amiga, tu hermana o tu colega? ¡Compártelo! Y si quieres saber más sobre cómo navegar esta etapa con información real, sin tabúes y con mucho poder: visita www.menopower.cl. Porque ser mujer después de los 40 no debería sentirse como una lucha contra tu cuerpo, sino como el inicio de una nueva conversación.

Sequedad vaginal: el síntoma invisible que urge visibilizar”

La sequedad vaginal durante la perimenopausia y menopausia no es un tema menor, ni un simple “malestar pasajero”. Es un síntoma clínico relevante que puede afectar profundamente la salud física, sexual y psicoemocional de la mujer, y que aún permanece invisibilizado en la consulta médica y en el discurso público.

En conversación con Andrea Gutiérrez, kinesióloga experta en piso pélvico y directora de la Sociedad Chilena de Kinesiología Pelviperineal (SOKIP), abordamos una realidad que preocupa: el 56% de las mujeres reporta dolor o dispareunia durante las relaciones sexuales en esta etapa de la vida, muchas de ellas sin encontrar respuesta médica adecuada o, peor aún, sintiéndose avergonzadas por mencionarlo.

Desde el punto de vista fisiológico, la caída de estrógenos genera atrofia urogenital: adelgazamiento del epitelio vaginal, pérdida de elasticidad, alcalinización del pH y disminución de la flora vaginal, con mayor riesgo de infecciones, microlesiones y dolor persistente. Todo esto repercute no solo en la calidad de vida, sino también en la dinámica de pareja, la imagen corporal y el deseo sexual.

¿Estamos realmente incluyendo este síntoma en nuestras evaluaciones integrales? ¿Preguntamos por salud sexual en nuestras consultas?

Las alternativas existen: hidratantes vaginales, lubricantes con pH adecuado, estrógenos locales, ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico y acompañamiento psicológico. Pero sin un diagnóstico oportuno y sin generar confianza en la relación médico-paciente, el abordaje llega tarde o nunca llega.

La sequedad vaginal no es una consecuencia inevitable a tolerar en silencio. Es una señal clínica, tratable y relevante.

¿Están nuestras prácticas de salud realmente alineadas con la dignidad, el bienestar y la autonomía de las mujeres mayores de 40?

¡Hablemos de lo que nos une! 1 de cada 2 mujeres enfrenta la incontinencia: Parte 1"*

La incontinencia urinaria (IU) es un tema que, aunque a menudo se evita, afecta a muchas mujeres, especialmente a aquellas mayores de 40 años, en etapa de perimenopausia, En este momento de la vida, es fundamental prestar atención a nuestro cuerpo y reconocer que la IU no es solo un problema de las mujeres mayores, sino que puede manifestarse en diferentes etapas.

¿Sabías que, además de la incontinencia de esfuerzo, existen otros tipos que pueden afectar tu calidad de vida? La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando hay una pérdida de orina durante actividades físicas, como reír, toser o hacer ejercicio. Luego está la incontinencia mixta, que combina características de la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia, que se presenta con un deseo urgente de orinar. Por otro lado, la incontinencia de rebosamiento sucede cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que provoca goteo.

Es importante considerar que factores como la obesidad, problemas médicos (como la diabetes mal controlada), infecciones del tracto urinario, estreñimiento y ciertos medicamentos pueden empeorar estos problemas. Además, condiciones neurológicas, como un derrame cerebral o demencia, también pueden influir.

Reflexionemos: ¿cuántas veces hemos evitado hablar de estos temas por miedo al juicio o la incomodidad? Al abrir el diálogo sobre la IU, no solo nos empoderamos, sino que también encontramos apoyo en nuestras comunidades. La educación sobre la incontinencia es esencial para que podamos tomar decisiones informadas sobre nuestra salud y bienestar.

Así que, mujeres de más de 40 años, es hora de dejar atrás el tabú y conversar sobre nuestras experiencias. La incontinencia no define quiénes somos, y es posible buscar soluciones efectivas. Al compartir, aprender y apoyarnos mutuamente, podemos vivir plenamente, disfrutando de cada momento sin miedo ni vergüenza.

Más información www.menopower.cl

¡Hablemos de lo que nos une! 1 de cada 2 mujeres enfrenta la incontinencia: Parte 1"*

La incontinencia urinaria (IU) es un tema que, aunque a menudo se evita, afecta a muchas mujeres, especialmente a aquellas mayores de 40 años, en etapa de perimenopausia, En este momento de la vida, es fundamental prestar atención a nuestro cuerpo y reconocer que la IU no es solo un problema de las mujeres mayores, sino que puede manifestarse en diferentes etapas.

¿Sabías que, además de la incontinencia de esfuerzo, existen otros tipos que pueden afectar tu calidad de vida? La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando hay una pérdida de orina durante actividades físicas, como reír, toser o hacer ejercicio. Luego está la incontinencia mixta, que combina características de la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia, que se presenta con un deseo urgente de orinar. Por otro lado, la incontinencia de rebosamiento sucede cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que provoca goteo.

Es importante considerar que factores como la obesidad, problemas médicos (como la diabetes mal controlada), infecciones del tracto urinario, estreñimiento y ciertos medicamentos pueden empeorar estos problemas. Además, condiciones neurológicas, como un derrame cerebral o demencia, también pueden influir.

Reflexionemos: ¿cuántas veces hemos evitado hablar de estos temas por miedo al juicio o la incomodidad? Al abrir el diálogo sobre la IU, no solo nos empoderamos, sino que también encontramos apoyo en nuestras comunidades. La educación sobre la incontinencia es esencial para que podamos tomar decisiones informadas sobre nuestra salud y bienestar.

Así que, mujeres de más de 40 años, es hora de dejar atrás el tabú y conversar sobre nuestras experiencias. La incontinencia no define quiénes somos, y es posible buscar soluciones efectivas. Al compartir, aprender y apoyarnos mutuamente, podemos vivir plenamente, disfrutando de cada momento sin miedo ni vergüenza.

Más información www.menopower.cl